“Con el yoga, una mirada hacia delante ”
Vivimos en una sociedad donde la educación postural está suponiendo el problema del presente y el futuro. El tiempo que pasamos delante de las pantallas supone un tiempo a “mundo abierto” a la par que un problema cervical. Y es que, la edad de comienzo de la utilización de estos dispositivos, es cada vez más temprana. A eso se le puede sumar la importancia que tiene el trabajo de la psicomotricidad en la infancia y su impacto en la edad adulta.
Es por esto que se realizan diferentes propuestas en el Sistema Educativo que pretenden favorecer la higiene postural y paliar los efectos adversos derivados de las malas prácticas, unido a la necesidad de la potenciación de la psicomotricidad en niños y niñas para la mejora de la calidad de vida. El yoga ha sido una de esas propuestas que se han barajado e implementado y gracias al estudio de Agudo, C. y cols (2024), podemos afirmar que los beneficios de esta práctica son elevados.
Más allá de la mera postura, se ha observado cómo, ha intervenido positivamente en la respiración, la flexibilidad y la concentración del alumnado. ¿Cómo puede el Yoga favorecer la psicomotricidad en la escuela? Otañez, P. y cols (2023), ya señalaban que el equilibrio, esquema corporal, lateralidad, el espacio y el ritmo son elementos que están directamente afectados por la práctica de yoga en edades tempranas, al igual que la concentración, la relajación y los procesos de interiorización. La implementación del Yoga en la escuela es una necesidad cada vez más presente, pero no debe hacerse de cualquier modo. Es importante contar con profesionales formados/as en el campo que puedan atender a los colectivos específicos a los que se dirigen, huyendo de una posición generalista que no tiene en cuenta las necesidades de los/as escolares.
Tal y como se ve en la revisión de la literatura al respecto, la atención sostenida y la inclusión del juego, los cuentos y las canciones como vía de trabajo suponen un éxito rotundo con el profesorado y el alumnado participante en estos programas. Quizá éstos nos animen a levantar la cabeza de las pantallas y mirar con interés a nuestro alrededor. Simplemente, es posible que el yoga nos aporte el mayor de los beneficios en estas edades: una mirada hacia delante.