La esencia del Vinyasa en la vida
El gran maestro del sur de la India, Krishnamacharya, enseñó el enfoque vinyasa como fundamental para el proceso transformador del practicante. Pero tenía una visión más amplia del significado de vinyasa de lo que la mayoría de los estudiantes occidentales creen. No sólo enseñó secuencias de asanas específicas como las del sistema Ashtanga Vinyasa Yoga, sino que también vio el vinyasa como un método que podía aplicarse a todos los aspectos del Yoga. Escribe Denis Criado.
En las enseñanzas de Krishnamacharya, el método vinyasa incluía evaluar las necesidades de cada estudiante (o grupo) y luego desarrollar una práctica complementaria, paso a paso, para satisfacer esas necesidades. Más allá de esto, Krishnamacharya también enfatizó el vinyasa como un enfoque para vivir de forma más fluida, una forma de aplicar la habilidad y la consciencia a todos los ritmos y secuencias de la vida, incluido el cuidado personal, las relaciones, el trabajo y la evolución personal.
Por este motivo, las enseñanzas del yoga incluyen una visión llamada parinamavada, la idea de que el cambio constante es una parte inherente de la vida. Por lo tanto, para proceder con habilidad en cualquier acción, primero debemos evaluar desde dónde partimos hoy. Porque no podemos asumir que somos exactamente la misma persona que éramos ayer.
Todos somos propensos a ignorar las condiciones cambiantes de nuestro cuerpo-mente. A menudo distorsionamos la realidad de quiénes somos basándonos en quiénes creemos que deberíamos ser. Por ejemplo, realizar una práctica dinámica cuando estamos fatigados o hacer una práctica restaurativa cuando estamos estancados, o ir a una clase de yoga avanzada cuando una clase para principiantes se adapta mejor a nuestra experiencia y habilidades. Como nos invita a hacer Krishnamacharya, debemos comenzar con una evaluación precisa de nuestro estado actual. Fluimos con nuestro estado tal y como está.
Al enseñar a mis alumnos vinyasa, les ofrezco formas de comprobar su estado actual al comienzo de la sesión. A medida que aplicamos la filosofía práctica del vinyasa a lo largo de nuestras vidas, aprendemos a estar con las sensaciones y emociones que podemos vivenciar en ciertas épocas. No las rechazamos, fluimos amablemente con aquello que está presente en nuestra vidas. Hay compasión con el cuerpo, las emociones y la mente tal y como es. Fluimos sin resistencia. Vivimos siendo auténticos con nuestras sensaciones.
Denis Criado es formador senior en la Escuela Internacional de Yoga. Autor de los libros de la Editorial Kairós: Cuerpo Consciente (hacia un Yoga integral); Danza del Amor (el fluir del Vinyasa Yoga), y el más reciente, Las Cuatro Artes (sabiduría yóguica para una vida consciente y plena).
Dirige la formación de Vinyasa Yoga 100 horas en la Escuela Internacional de Yoga, avalada por Yoga Alliance.
Artículo publicado en Yoga en Red.