Yoga para la diversidad funcional
por Mayte Criado

El Yoga es una disciplina milenaria que considera a la persona como un todo unificado y armonizado dentro del proceso natural de la vida. Es un sistema de formación humana que tiene como objetivo el conocimiento del cuerpo, la mente y el desarrollo integral del ser.

Las clases de Yoga para personas con Diversidad Funcional tienen como principal objetivo establecer bases sólidas para que los participantes puedan experimentar, a través de sus capacidades individuales, flexibilidad y movilización, sensación de calma, intimidad y armonía interior. Se trata de un enfoque idéntico al de cualquier sesión de Yoga para cualquier persona. Se combina el movimiento corporal con el fluir de la respiración y se generan los procesos adecuados de relajación, llevando a la persona a un estado de interiorización en el que pueda tomar conciencia de su propia realidad, sus posibilidades y su esencia, equilibrando su cuerpo y mente.

El Yoga propone la integración de la respiración, la relajación y la actividad como tres factores inseparables que se revelan primordiales para el bienestar físico-mental. El avance en la práctica. A medida que la actitud se torna más consciente de cada sensación o de cada gesto del cuerpo, la mente comienza a desechar los “vicios” comportamentales que, con tanto éxito, empujan al sufrimiento.

Las prácticas de Hatha Yoga adaptado a personas con diversidad funcional, se llevan a cabo utilizando diversos soportes como mantas, cojines, bloques, rulos y cinturones, permitiendo que participen desde posiciones cómodas y seguras, ya sea tumbados o en sillas, incluyendo sus sillas de ruedas.

¿Cómo puede ayudar el Yoga?

El Hatha Yoga propone diferentes técnicas de percepción del propio cuerpo encaminadas al control de los procesos que implican cambios psicofísicos. Uno de los objetivos más importantes de la práctica yóguica, trata de poner en marcha un “proyecto de realidad” encaminado a percibirse de forma objetiva. Esto crea el contexto que lleva progresivamente, a desarrollar los mecanismos de equilibrio y serenidad que permiten, por un lado, el desbloqueo físico, la distensión muscular, la mejora del sistema respiratorio y endocrino, y por otro, a la expansión psíquica, al control de las emociones, a la mejora del sistema nervioso y, en general, a la salud mental.

Objetivos de la práctica:

Movilización corporal

  • Movilización del cuerpo en conexión íntima con la respiración, recuperando flexibilidad y descompresión vertebral.
  • Generación de inteligencia orgánica en el cuerpo para obtener sensibilidad.

Fortalecimiento optimizado

  • Fortalecimiento del cuerpo axial en relación con el cuerpo apendicular, redireccionando la energía hacia zonas específicas con la ayuda de la respiración.

Desarrollo de nuevas respuestas corporales

  • Reconexión gradual de las diferentes partes del cuerpo para sentirlo como un todo integrado y estructuralmente coherente.

Liberación de Tensiones

  • Liberación gradual de tensiones físicas y mentales, facilitando la calma, aceptación, autoobservación y reencuentro con el propio cuerpo.

Sensibilidad

  • Meditación integrada para proporcionar herramientas esenciales para la autoexploración y la conexión con el presente.

Instrucciones sensoriales

  • Adquisición de nuevas pautas de relación con el cuerpo y la mente a través de la percepción.

Respiración consciente

  • Utilizar la respiración como base para adquirir plena conciencia.

Alivio

  • Orientaciones para ofrecerse alivio y bondad, permitiendo respuestas internas naturales de confianza y fortaleza de ánimo.

Escucha consciente

  • Desarrollo de la capacidad de percibir sutilezas y acoger lo que surge en la experiencia.

Relajación

  • Creación de un espacio adecuado para la calma mental y la relajación profunda del cuerpo.
  • Descanso reparador y experiencia de soltar y abandonar tensiones.
  • Vivencia de una relajación estabilizadora.

Es fundamental tener en cuenta que las personas con diversidad funcional pueden ser mucho más activas e implicadas que muchos otros practicantes sin características funcionales específicas. Así, todos los objetivos detallados son para cualquier persona que practique yoga. En todos los casos, los beneficios del Yoga son mayores cuanto más constante es la práctica, siendo aconsejable una introducción progresiva. El profesorado de yoga, especialmente el profesorado de yoga restaurativo debe tener siempre en cuenta las características individuales de cada persona para el pleno desarrollo de una práctica consciente y segura. La contribución del Yoga como apoyo y estilo de vida, es reconocida y ampliamente probada. Se trata de comenzar dando el paso dentro de uno mismo, hacer visible aquello que es invisible y poner en marcha los mecanismos que rompen el círculo vicioso enfermedad-dolor-tensión-miedo-dolor. Las herramientas que propone el Yoga llevan a cambios que son dirigidos siempre por uno mismo.