“Yoga y baile celular en la Artritis Reumatoide”

¿Cómo puede el Yoga contribuir en la mejora de las enfermedades autoinmunes? ¿Tiene alguna relación su práctica con el alivio sintomático de las mismas? ¿Es únicamente algo que impacta en el síntoma o podría afirmarse que profundiza a nivel celular? Gracias al estudio publicado en Scientific Reports sobre Yoga maintains Th17/Treg cell homeostasis and reduces the rate of T cell aging in rheumatoid arthritis: a randomized controlled trial, podemos afirmar que cada vez hay más datos que confirman lo que muchas personas pensaban: El yoga nos cambia la vida, no sólo de forma psicológica sino también física y espiritual.

La enfermedad estrella del momento actual en el que nos encontramos, podemos afirmar que es la ansiedad (o el conocido estrés). Esta nos acompaña y permea cualquier aspecto de nuestra vida, llegando incluso a convertirse en nuestra compañera silenciosa sin la que ya no sabemos vivir. Sin duda, la ansiedad no tratada, cronificada o ignorada (porque ya sabemos que lo cotidiano se vuelve tolerable) es uno de los componentes que agravan patologías de otro tipo como la Artritis Reumatoide (como indica Gautam, S. y cols -2023-, una enfermedad autoinmune crónica que causa inflamación en las articulaciones. Causa daño articular y dolor y puede afectar a otro sistema de órganos, así como al pulmón, corazón y cerebro).

Estos autores de la India, decidieron estudiar cómo el Yoga podría mejorar las condiciones de las personas con Artritis Reumatoide y en qué medida podría intervenir en el alivio del dolor. De la mano de una empresa de estudio celular, consiguieron investigar cómo el cambio en estos pacientes iba mucho más allá del alivio sintomático, encontrando que, la práctica de yoga era capaz de promover la reparación del ADN y la regulación celular (encimas como la telomerasa se veían incrementadas en la producción, lo que promovía esta reparación y ralentiza el proceso de envejecimiento de las células). Además, se ha observado cómo el Yoga ayudaba a mejorar el metabolismo energético y reducir el estrés oxidativo y la cantidad de cortisol en sangre.

El estudio muestra cómo la práctica (no sólo de âsana) se convierte en una gran aliada en estos procesos degenerativos atendiendo no sólo a lo anterior sino también reconduciendo la mencionada ansiedad. La reducción de la inflamación y el aumento de las endorfinas y ritmos de melatonina, favorecía una mejora en el sistema inmunitario que tiene un papel decisivo en la Artritis Reumatoide. De este modo, la respuesta de estrés, desencadenante en su mayoría de la enfermedad, se veía paliada, suponiendo una mejora vital en las personas participantes.

Volvemos a incidir en nuestro papel en nuestra integridad y salud personal. Resaltamos nuestra autonomía y responsabilidad en la búsqueda de la mejora. Esta es una mejora sin efectos secundarios y al alcance de nuestra mano. Sin duda, nos queda mucho por investigar, averiguar y comprender sobre la práctica del yoga y su impacto en el cuerpo, pero este tipo de estudios alimentan nuestra esperanza. La mejora del bienestar adquiere otras definiciones más complejas y enriquecedoras. Nos alienta a descubrir cómo un pequeño gesto diario alimenta la salud. ¿Qué nuevos hallazgos se encontrarán en este campo?

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